Recientemente, me di cuenta que hay personas que creen que tomar un probiótico es necesario solamente si no puedes ir al baño regularmente.
¿Has tomado antibióticos, alguna vez en tu vida?
¿Sufres de alergias?
¿Tienes estrés o ansiedad?
¿Tienes problemas respiratorios?
¿Sufres de algún tipo de inflamación?
¿Te dan gases?
Si contestas SI a cualquiera de estas preguntas, un buen probiótico te puede ayudar. Si escoges uno con la combinación correcta de bacterias, puedes atender tus condiciones de salud. Un buen probiótico te ayuda a absorber los nutrientes necesarios para que los diferentes sistemas del cuerpo, incluyendo tu sistema inmunológico y tu estado emocional, funcionen adecuadamente.
No todos los probióticos son iguales. Busca uno que tenga diferentes bacterias (mucho más de cuatro diferentes bacterias) y un gran número (más de 10 billones) de bacterias. Cada bacteria trabaja con un sistema del cuerpo diferente, por eso necesitas diferentes bacterias. Además, es importante que su cápsula esté protegida contra los ácidos del estómago de manera que llegue a su destino, el intestino delgado. Es ahí donde el probiótico comenzará a hacer su función.
Aunque puedes comer alimentos fermentados, recomiendo que te tomes el probiótico, para asegurar que introduces la variedad de bacterias que tu cuerpo necesita. Asegúrate que los alimentos fermentados sean naturales y ojo con el azúcar añadida. Por ejemplo, no todos los yogurs son de buena calidad y el "sauerkraut" (repollo fermentado) comercial no contiene los beneficios de un alimento fermentado.
Inténtalo. Toma un probiótico por la noche. Te sentirás mejor. Ya verás.